COMAMOS DULCES
Uno de los factores comunes entre ahorro e
inversión es que en ambos se posterga un consumo actual a fin de lograr mayor
consumo o más tranquilidad en un futuro. Se ha escrito mucho sobre los
beneficios de postergar la gratificación actual, pero en esta ocasión quiero
mencionar algo interesante que probó el sicólogo Walter Mischel en la década de
los sesenta del siglo pasado.
El Dr. Mischel hizo un experimento muy interesante: colocó en frente de varios niños un dulce y les dijo que si no se
lo comían durante un tiempo, recibirían más dulces. Cuarenta años después descubrieron
que aquellos niños que no se comieron el dulce inmediatamente tenían mejores
puntajes académicos, mejores ingresos y menos peso corporal que aquellos que no
esperaron el tiempo para obtener más dulces.
No sorprende entonces que aquellos países con mejor puntaje en las pruebas PISA (pruebas internacionales
a estudiantes) son los países asiáticos que precisamente están entre los que
tienen las tasas más altas de ahorro en el mundo.
En general y como he mencionado en artículos
previos, lo importante es tener un equilibrio mesurado entre consumo y ahorro.
Expertos en finanzas personales mencionan que un ahorro del 10% al 15% del
ingreso, es un nivel sano que permite al tiempo disfrutar el hoy sin descuidar
el mañana.
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